Como os comento en mi presentación del blog, gracias a mi trabajo aprovecho para conocer más los países en los que aterrizo. Así que esta vez os contaré una escapadita que hice desde Medellín hace un par de años y que estoy segura de que podréis realizar en breve. O al menos apuntarla en el cuaderno de viajes pendientes, ¡yo tengo uno!
La primera vez que llegué a Medellín me emocionó el verdor de todo el camino del aeropuerto al centro. Se la apoda “la ciudad de la eterna primavera”,tal cual es. Me llamó muchísimo la atención las cuestas interminables que subíamos con el autobús . Y que, mirando al ladito con los ojos como platos, veías al buen señor con sus sesenta años cumplidos, pedaleando en su bicicleta como lo más normal del mundo. No me deja de sorprender cada vez que lo veo. De hecho, los colombianos son gente muy fuerte. Un ejemplo son los escarabajos, tal y como se conoce a los ciclistas colombianos.
Medellín

Medellín es la segunda ciudad más poblada después de Bogotá. Es diferente, tiene mucho por ver y disfrutar. Desde un paseo por sus calles, conocer museos, visitar la famosa Comuna 13… pero tras ya conocer todo esto nos decidimos por salir de la urbe.
Desde el hotel contactamos con la agencia sercoltur. Os dejo el folleto, que no tiene precios actualizados, pero que me encanta guardar. Soy una nostálgica del papel… A nosotros nos fue bien con ellos pero hay muchas más en la ciudad. Lo que os recomiendo es trastear un poco al buscar. Medellín no es una ciudad peligrosísima pero si hay que ir con respeto y cero ostentación.
Esta agencia nos gestionó el viaje que elegimos. Decidimos ir hacia Guatapé y alrededores. No estaba lejos, 79 km por caminitos colombianos. Y el precio bastante correcto, incluía desayuno y comida local.
Camino a Guatapé
El viaje comienza en una furgoneta que nos recoge en el hotel y nos lleva al autobús contratado, con turistas nacionales principalmente.
Se me olvidaba comentaros el tema ropa. Medellín tiene una amplitud térmica bastante grande así que ir en modo cebolla para quitar capas y mochilita con agua que no falte.
Camino a Guatapé paramos en un lugar de comidas para tomar un desayuno de comida nacional. Era sencillo pero rico rico. Hay que amoldarse al sitio que se visita.
También fue el momento de conocer a los compañeros de viaje. En nuestro caso unas chicas costarricenses que nos explicaron lo de la “pura vida”. Me encanta disfrutar de los países así, mezclándote y empapándote de lo poco diferente que queda en el mundo.
Templo Roca
La primera parada que hicimos fue la del Templo Roca. Una iglesia dentro de una especie de réplica del famoso Peñón. La verdad, es que no fue ni de lejos lo que más me gustó, pero si fue curioso. Y… en este tipo de excursiones hay que colaborar y dejarse hacer.

Ave Fénix de América
Continuamos el camino y nos da la bienvenida al municipio de El Peñol la escultura de La Fénix de América. Una columna de 9 metros de alto sostiene la que puede ser la escultura más grande de Antioquia. La Fénix hace homenaje a la inundación y traslado del pueblo viejo, como símbolo del renacimiento entre los escombros y el agua, como ave mitológica de los egipcios.

Pasaporte Barco Rumbero
Llegando al embalse de El Peñol nos dimos una simpática sorpresa. El barco rumbero nos esperaba. Una embarcación de dos pisos con música del “lugar” nos hizo disfrutar de las vistas del embalse. Incluso un poco de reggaeton nos animó la mañana.
Durante la visita en el embalse nos llamaron la atención varias cosas a parte de sus fabulosas vistas. Una de ellas es la cruz que emerge del agua. Según nos contaron, en la Semana Santa de 1978 los peñolenses, en procesión, debieron abandonar su pueblo, enterrándolo bajo las aguas. Para resurgir en uno nuevo.

Actualmente el enclave es una hidroeléctrica y uno de los mayores reclamos turísticos de Antioquía.
Lo siguiente que nos llamó la atención fue descubrir lo que era antes la finca del capo Pablo Emilio Escobar Gaviria. Finca La Manuela. Por su puesto, nos sonaba de las últimas series televisadas.

Dicen que La Manuela fue la segunda casa favorita del líder del cártel de Medellín después de la Hacienda Nápoles. Fue una mansión señorial rodeada de una piscina, campo de fútbol, un helipuerto, pistas de tenis, establos, un muelle para hidroaviones, entrada especial para motocicletas y árboles importados.

Aunque La Manuela no sea tan conocida, si fue el reflejo de las excentricidades del narco. Las paredes de la casa principal fueron construidas con doble fondo para usarlas como caletas del dinero en el negocio de la coca. Además, tenía una casa de invitados y un cuerpo de seguridad de 120 sicarios.
Ahora la Manuela es un centro donde se puede jugar al paintball,conocer las ruinas de la bomba que pusieron los Pepes, montar en kayak, tiene pista de motocross y sobre todo es un punto fuerte del narcoturismo. Ahí os dejo eso…
Piedra del Peñol o El Peñol de Guatapé
Después de quedar saciados de vistas espectaculares , agua e información sobre el narcoturismo colombiano, nos llevaron al famoso Peñol de Guatapé.
En este entorno único en el mundo lo que más destaca es la formación rocosa conocida como Piedra del Peñol. La formación es idéntica a la del pan de Azúcar de Río de Janeiro. Y por la presa que se construyó, que os he mencionado en el embalse, creando un paisaje de lagos, islas y colinas espectacular para observar desde el Peñol. Por algo las casitas que hay construidas por allí están muy bien cuidaditas. Otro nivel.

Lo siguiente que nos tocó fue decidir si subíamos los 220m de aquella mole negra. En mi caso me quedé abajo esperando. El calor tropical puede llegar a ser sofocante y la subida era a pleno sol. Fotos de mis compis mediante… las vistas que se percibian desde arriba y las de abajo no tenían una diferencia relevante. Así que si tenéis ganas de subir escalones me parece fenomenal.

En el Peñol aprovechamos para comer. Venía incluida en la excursión. Al comenzar el viaje ya nos habían dado a elegir el menú. Junto con la guarnición había pollo, filete de res que a no ser que os guste la carne muy hecha no os lo recomiendo, opción vegetariana o huevos y el famoso chicharrón, me encanta. El chicharrón es un torrezno grandote. Y a mi es que con un torrezno y una cervecita se me conquista. Eso si, la cerveza corrió de nuestra cuenta.
Después de comer paseito por las tiendas para turistas y camino al pueblo de Guatapé.
Guatapé
Guatapé es una de las poblaciones colombianas más coloridas si no es la que más.

Además es uno de los sitios más turísticos, así que como comprenderéis no es lo mismo si vais a vuestro aire o si lo hacéis como hice yo. Tenéis que tener en cuenta la cantidad de gente que os vais encontrar. A vuestro aire tenéis la opción de alojaros allí y disfrutar de su ambiente tranquilo. De una manera o de otra Guatapé se disfruta paseando y haciendo fotos de los preciosos zócalos de sus casas, sus calles como la “calle del recuerdo”, ¡y no os perdais su bonita fuente!

También sus plazas como la principal con la iglesia de Nuestra Señora del Carmen o la plazoleta de los zócalos a la que tenéis que ir pronto para que os salgan fotos chulas a solas.

Si sois golosos no dejéis de llevaros algún dulce para el camino de vuelta que seguro que ya tendréis hambre. Y también meteros en las tiendecitas de artesanía que hay por todo el pueblo. Merece la pena si tenéis tiempo.
Acabamos el día bastante cansaditos y a última hora de la tarde volviendo a Medellín.
La escapada totalmente recomendable y deseando poder volver.
Por ahora,hasta aquí esta pequeña pincelada de Colombia. Nos vemos pronto.
Nuri
Me ha encantado los paisajes y el color, a ver si esto se calma y podemos disfrutar de sitios como este.
Muchas gracias, me ha encantadi
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Cuanto colorido por todas partes y que verdor .
Me a encantado .👏👏
Una pregunta ? mejor las excursiones contratadas o por libre , me preocupa si es arriesgado .
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Yo te recomiendo contratar si es la primera vez 😅
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