Francia, Internacional, Viaja

De paseo por París

En este post os traigo otras opciones y recorridos para hacer en una ciudad tan grande como París. Son ideales para alternar con los sitios de obligada visita como la torre Eiffel, o para tu segunda visita a la ciudad!

Recorriendo el VI Distrito…y más

Esta ruta pasa por los barrios de Odéon, Saint-Germain-des-Prés, y Monnaie, al lado del Sena y en la privilegiada Rive Gauche y es ideal para, por ejemplo, un domingo relajado.

Para mí refleja muy bien lo que uno se imagina cuando piensa en París: avenidas con grandes cafés, callecitas tortuosas con boutiques y rincones interesantes, arte urbano, parques para relajarse… está hecho para perderse por sus calles, para tomárselo con calma e ir metiéndose en el ambiente de la ciudad.

Empezamos en la iglesia de Saint Sulpice (Place Saint-Sulpice), construída en el s.XVII y nombrada en honor al obispo de Bourges y protector de los desamparados.

En el centro de la plaza está la fuente de Saint Sulpice o fuente de los cuatro obispos. También se llama informalmente la fuente de los cuatro cardenales porque ninguno de los obispos llegó a ser cardenal, y parece que están orientados hacia los diferentes puntos cardinales (cardinal significa cardenal y cardinal en francés!).

Seguimos por la Rue Bonaparte donde podéis hacer una parada para degustar los macarons más típicos de París en Pierre Hermé y admirar la originalidad de los escaparates de muchas firmas de lujo francesas.

Llegamos al Boulevard de Saint-Germain y aquí os encontraréis con dos de los restaurantes más representativos de la ciudad: el Café de Flore y Les Deux Magots.

Si viviésemos en el siglo pasado nos habríamos cruzado con Sartre y otros filósofos y literatos de la época enfrascados en debates interminables, pero hoy en día puedes intentar replicar un poco esta esencia sentándote con un café y haciendo uso de la librería que tienen para los consumidores.

Ahora nos perderemos por la Rue Jacob, Rue de Buci y Rue Saint-André des Arts: callejuelas muy bulliciosas, llenas de bistros típicos, salas de teatro, boutiques sorprendentes… no lo recomiendo para sentarse a comer ya que los menús que suelen ofrecer son muy para turistas, pero sí podéis pararos a degustar un crepe, por ejemplo, o un aperitivo.

Vamos siguiendo la calle hasta la fuente de Saint-Michel, y de ahí nos dirigimos hasta la librería Shakespeare and Company, dedicada a la literatura en lengua inglesa.

Merece la pena entrar porque es una casita llena llena llena de libros, pero como si estuvieses visitando a tu abuela y te fuese a sacar las pastas del té.

Ya de paso, aprovechad y lleváos algunos clásicos, ya que tienen ediciones muy cuidadas y cucas de títulos como Alicia en el país de las Maravillas.

Para comer recomiendo el The Tea Caddy en la Rue Saint Julien le Pauvre.

Tiene una terraza mirando a Notre Dame y una carta que mezcla platos típicos de la gastronomía francesa con algo tan británico como los scones, por lo que me parece la guinda perfecta para acabar la mañana!

Una vez con la barriga llena, por qué no pasar a la Île de la Cité y admirar la catedral de Notre Dame. Lo que no te puedes perder es la Place Dauphine, cerca del Pont Neuf: un lugar algo escondido y nada turista donde ver cómo los locales le dan a la Petanca, y por qué no, relajarte en una de sus terrazas de coloridas sillas.

Cruzamos el Pont Neuf y vemos que en la orilla derecha del Sena han puesto un pasaje con brumizadores para pasar y empaparte cuando hace mucho calor. Lo mejor con estas temperaturas infernales.

Pero merece la pena el esfuerzo para llegar a la Rue du Pont Neuf y flipar con la fachada del centro comercial La Samaritaine, el comercio más grande de París.

Se creó en el siglo XIX y después de muchos muchos años de renovaciones acaba de abrir sus puertas. No puedo hablaros del interior porque no hemos entrado, pero al ver la fachada se puede intuir que será igual de impresionante. Como ya sabéis soy una loca del Art Nouveau, así que si os gusta, no dejéis de pasar por aquí (y si continuais hasta el Uniqlo-Rivoli, veréis que es otro edificio del centro que sigue el mismo estilo).

Si váis al Louvre, está a tiro de piedra de aquí, junto con el Jardin des Tuileries. Si apetece irse de compras, la Rue Rivoli tiene todas las franquicias que buscáis, y a unas pocas calles, en Châtelet-les-Halles, tenéis oootro centro comercial con la Fnac, SEPHORA y muchas más tiendas de ropa.

Por el contrario no recomiendo esta zona de noche 😉

No me puedo ir de esta sección sin dejar como sugerencia el restaurante Baltard au Louvre (9 Rue Coquillière). Para estar donde está no tiene precios desorbitados, y para una ocasión especial, su interior lo merece.

Descubriendo jardines en el V y XI Distritos

Empezamos en la Rue Mouffetard, o «La Mouffe» para los amigos, llamada así porque antiguamente debía de oler no muy bien (moufette es mofeta en francés). Es una calle con historia (no en vano es una de las más antiguas de París), y que se mantuvo inalterada a pesar de la transformación de la ciudad a manos del Barón Haussmann. Así que a día de hoy conserva su asfalto medieval y se le han añadido los plus parisimos como son las boutiques especiales y los bistrots.

Está en cuesta pero hay que llegar a la Place de la Contrescarpe para disfrutar de alguna de sus terracitas o simplemente del buen ambiente que hay.

Cerquita tenemos el Pantheon, pero hoy no es el día de visitar sitios tan turísticos, así que nos vamos a las Arènes de Lutèce, 49 rue de Monge, (gratis), vestigio de un anfiteatro romano y donde hoy se cambian los leones por los torneos de petanca. De nuevo, siéntate en una de las piedras milenarias y observa cómo se mueven los locales.

Pasamos al Jardin des Plantes: un parque y jardín botánico gratuito (57 Rue Cuvier), que alberga el Museo Nacional de Historia Natural, exposiciones diversas, biblioteca, y el zoo. Mi recomendación es que os paséis mucho tiempo explorando los diferentes jardines e invernaderos, y si queréis asomaros a la zona del zoo, veréis a los pandas rojos de relax en los árboles.

Atravesamos el Pont d’Austerlitz y nos dirigimos a la calle más colorida de todo París, tanto que nunca pensarías que es de allí.

Aunque seguro que si sois instagrammers ya la conocéis 😉 Se trata de la Rue Crémieux.

Y para finalizar este recorrido nos vamos a la Coulée Verte René-Dumont. Ya os hablé de la High Line de Nueva York, y este sería su primo pequeño.

Es un camino sobre las antiguas vías del ferrocarril que atravesaba la parte oriental de París, y que se ha reconvertido en un paseo de unos 4 km rodeado de plantas diversas y estanques. Ideal para desconectar del asfalto o para leer un libro tranquilamente.

Espero que este post os haya dado algunas ideas para complementar vuestra próxima visita a París!

Lau

2 comentarios en “De paseo por París”

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